El gobierno de Argentina creó un Comité Nacional Blockchain
La iniciativa del Estado Nacional busca impulsar el desarrollo de políticas públicas que permitan la adopción de la tecnología blockchain para brindar soluciones en sus acciones y tareas.
Aplicación y objetivos que le dará el Estado a la blockchain
El uso de la tecnología blockchain puede transformar la digitalización del Estado permitiendo reducir la discrecionalidad humana, posibilitando ampliar los horizontes de participación ciudadana y asegurando mayores grados de seguridad en el manejo de la información pública.
- En la próxima década, se espera que la tecnología blockchain impacte de manera positiva promoviendo la eficiencia y transparencia en las gestiones de Gobierno y Administración Pública y generando nuevos mecanismos de confianza hacia lo público. En el caso argentino, tanto a escala nacional, como provincial y municipal, la tecnología blockchain puede ayudar a simplificar los sistemas de registro, almacenamiento y conciliación, así como también a reducir los costos de esos procesos. De forma general la tecnología blockchain permitirá gestionar el sector público de manera más transparente y eficiente haciendo más ágiles las interacciones de los ciudadanos con el Estado.
- Dos usos inmediatos: la auditoría y la certificación de identidad.
Auditoría: Bajo este primer uso de la tecnología blockchain como facilitadora en los procesos de auditoría, la ciudadanía puede seguir de manera sencilla diversas gestiones que competen al dominio público, especialmente aquellas en las que entran en juego la gestión económica y administrativa de gobierno.
Potencialmente, el acceso a esta información puede redundar en procesos de auditoría en tiempo real. Esto es así gracias a que para la tecnología blockchain, la burocracia estatal puede ser reconocida como un libro de registro más entre tantos otros.
Certificación de identidad: el segundo tipo de uso inmediato para la tecnología blockchain en la transformación digital del Estado busca evitar la falsificación y fraude en la gestión y uso de distintos tipos de documentos y títulos otorgados por la Administración Pública. Los Estados Nacionales registran y certifican la identidad de las personas reconociendo su nacionalidad, sus lazos filiatorios y, en el caso particular del Estado argentino, su identidad autopercibida de género. A través del registro de nacimientos y defunciones los Estados certifican la existencia de los individuos y, en momentos claves de su vida como puede ser al momento de matricularse en el sistema educativo o vincularse en matrimonio, esa información se utiliza como respaldo y confirmación de las identidades. Además, el Estado Nación registra y certifica también la propiedad y la posesión de bienes materiales y simbólicos.
En este sentido, el ejemplo paradigmático es el documento nacional de identidad. En el mundo pre-digital, el simple hecho de poseer un documento o un pasaporte en papel certificaba la identidad de una persona y la asociaba a un país de origen. Sin embargo, la validez de ese papel no radica en su material de composición si no en el hecho de que fue otorgado por un Estado Nación luego de haber sido asentado en un registro. De modo que la identidad de una persona está validada porque figura en la base de datos nacional.